ROSA RUGOSA

   

   Es una rosa silvestre oriunda de Asia, concretamente de Japón y China. Por ello, a la rosa rugosa también se la denomina como rosa "ramana del Japón". Es un rosal de mata muy robusto y resistente, de gran follaje, que crece muy compacto y denso y que puede alcanzar los 2 metros de altura. Se adapta a cualquier terreno y es muy resistente a climas adversos y enfermedades. 

   Sus flores son muy características, de grandes pétalos abiertos, que dejan ver sus estambres. Su flor, contiene de entre 7 a 9 pétalos, ligeramente arrugados (de ahí el nombre de rosa rugosa). Sus colores, intensos y brillantes, van del rosa oscuro al pálido, rojo y blanco. Al ser de flor abierta proporciona un perfume intenso y agradable muy característico. Desde principios de verano esta rosa tiene una gran floración que se prolonga hasta el fin de esta estación.  Después de su floración, deja ver sus grandes y achatados frutos anaranjados, muy apreciados por las aves y en especial por el verderón. En otoño, antes de su caída, el follaje cambia de color ofreciendo unas tonalidades anaranjadas y amarillas.

   Su adaptabilidad y resistencia también en cualquier tipo de suelo, hacen que sea una especie muy extendida y fácil de hibridar con otras rosas. Entre otras, sus variedades "Foxi", "Pierret" o "Scabrosa" en intenso rosado y la "Schnee-Eule" en un precioso blanco nube, ofrecen las características básicas de su rosal madre, con unas rosas más surtidas de pétalos y otra refloración en otoño. 

   

   Muy utilizada como planta ornamental, es típico plantar estas rosas en hileras. No necesitan demasiado mantenimiento y se reproducen fácilmente mediante acodo, aunque hay que tener cuidado ya que no resiste una poda demasiado intensa.